El diseño gráfico tiene el gran desafío de integrar varias disciplinas para la creación de alguna pieza que luego será categorizada como producto o arte. O quizas como ambos. Mi labor dentro de este campo , intento llevarla como un juego de pin pon, dandole prioridad algunas veces a la forma y otras al contenido. Dependiendo del caso, del proyecto. Es un desafio constante y eso me motiva a seguir.

jueves, 15 de abril de 2010

Selva


Vaya. Iquitos. La Selva. Que gran experiencia. Hubo ocasiones en que me sentía Robinson Crusoe mientras me internaba más y más por la jungla. Sintiendo que mis fuerzas no daban y que la naturaleza me absorbía. Las aves y demás animales… todo era fantástico y misterioso.

Esa gente, tan amable y por dentro incomprendida, mi ruta y labor fue la de acompañante en el proyecto de electrificación de los caseríos aledaños al río Itaya. Todo iba bien hasta que se hizo de noche y ahí pude comprender lo que se siente ser un limeño citadino que ignora el funcionamiento de un ecosistema. Poco antes de entrar en pánico al confirmar que no poseíamos linterna y nada más que una balsa pequeña, me puse a pensar en Mowgly y en Simba, quienes pasaron su vida en un lugar similar y les fue bien!!. Bueno, ambos son productos de la imaginación de Kipling y Disney, basado en Hamlet.y Simba es un León(rey para colmo). Yo un citadino y nada más. Solo me quedaba la fe en la sobrevivencia.




Fue en esos instantes que pude apreciar en todo su esplendor la majestuosidad y contundente belleza del hábitat tropical. En plena noche, luces se enciendan cual antenas parabólicas, una y otra vez en pleno follaje, luces verdes y amarillas, más intensas que las estrellas que brillaban con fuerza en el cielo despejado y me permitía encontrar triángulos equiláteros e isósceles perfectos. Que serían? Luciérnagas , ojos de vívoras!!!, cualquier cosa que fueran, era un espectáculo bello. Tras superar este accidente-aventura (ya que no estaba previsto regresar de noche, pero al fin y al cabo fue agradable), el puerto nos aguardaba con las luces artificiales y costumbres humanas de siempre; de vuelta ala ciudad. Pero Ayer, tres días después una segunda campaña de exploración me hizo comprender algo más, algo más importante que mi miedo o alegría hacia la aventura: la responsabilidad que tenemos como seres humanos de cuidar ese hábitat, de amarlo, nuestra tierra amarla, respetar todo y cada uno de los seres, esas hormiguitas que llevaban incansables en fila india hojas 20 veces más grandes que ellas, los orgullosos hongos que crecían en las cortezas de los árboles, Todo cuanto aparecía era maravilloso. Y por último ver esas aguas de los ríos amazonas y Nanai, juntarse y entremezclarse, para luego separarse y adoptar texturas y caudales distintos, solo me hace llegar a una simple conclusión: Respetar y Amar, el universo material, la naturaleza.


Pude conseguirme un cráneo fosilizado de tigrillo, y ahora, con respeto lo he colocado junto a otro cráneo de humano que tengo en mi cuarto. Queda como el recuerdo de un viaje cósmico increible.
y ahora que nos toca vivir??, la velocidad de los tiempos modernos!!!